lunes, 16 de julio de 2007

La isla del tesoro

(Se lo dedico a mi fiel amigo Robert Louis Stevenson, compañero de aventuras...)

Martín Gaviota, tumbado en su hamaca de hojas de palmera, viendo la playa vacía a un lado, la playa vacía al otro, disfrutaba de su isla desierta a la sombra de un cocotero y cantando canciones en inglés.
De repente se quedó callado. “No me gusta la ropa que llevo” piensa, y apunta en su cuaderno imaginario de bitácora “Calma chicha. Con una niebla tan densa no ha sido difícil. He dibujado el mapa del tesoro en una mañana”.
Después ha seguido anotando, esta vez en el de verdad, una serie de hechos, pero escribiendo cada vez una letra menos de cada palabra, hasta que la hoja se quedó en blanco, y entonces dibujó una ballena.

No hay comentarios: